domingo, 22 de marzo de 2015

OPINION



Como hemos visto en el contenido del Blog, el derecho de asociación está amparado por la Constitución y éste permite tanto a empleados como a empleadores, buscar una forma de llegar a un consenso con la contra-parte, que  permita lograr lo mejor para todos (Constitución colombiana, artículos 38 y 39).  Sin embargo, muchas veces a lo largo de dichas negociaciones o acuerdos, se hace a un lado la comunidad, que la mayoría de veces, es la directamente afectada cuando no se logra un acuerdo directo, y los empleados van a un paro indefinido, bien sea porque no se consideran escuchados, porque sus requerimientos no son totalmente satisfechos o porque se cree que es la mejor forma de presionar, ocasionando confusión dentro de ciudadanía.
Por lo anterior, muchas veces la opinión que los terceros tienen de dichos sindicatos no son del todo positivas.
Sin duda, la creación de los sindicatos tuvo en su momento la mejor forma de defender a los trabajadores, muchas veces explotados, poco valorados y sin duda, sin beneficios para su desarrollo.  En Colombia, compañías locales y extranjeras, enriqueciéndose cada vez más, no tuvieron en cuenta la mano de obra asalariada, pues su interés era únicamente lucrativo.
Los trabajadores, al ver que a pesar del progreso de las empresas,  no pensaban en beneficiar a aquellos que hacían el trabajo duro, decidieron asociarse y crear los primeros sindicatos, en diferentes sectores, con el fin de proteger y buscar de manera conjunto, una mayor capacidad de negociación frente a sus empleadores.
Diferentes sectores de la economía se vieron afectados por éstas asociaciones de empleados, que ya no querían tener el mismo trato, bajos salarios, explotación horaria, ningún beneficio para sus familias, no había posibilidad de prosperar dentro de las organizaciones, y sus trabajos estaban continuamente en riesgo debido a la inestabilidad de los puestos.  Los sindicatos se vieron influenciados por ideas socialistas, que no fueron bien vistas por el Gobierno nacional.
Algunos sindicatos al no lograr sus objetivos, fueron a la huelga (Contitución Política, artículo 56), al paro indefinido de labores, que la historia nos muestra como muchas veces fueron terminados incluso con violencia (Vemos el caso de la United Fruit Company – 1928).
Empresas como Ecopetrol, son ejemplo claro de la inconformidad de sus trabajadores, y lograron crear 3 sindicatos dentro de la misma empresa, con el fin de buscar una mayor capacidad de negociación y beneficios para sus empleados.  Estos empleados han ido a huelga en más de una ocasión, causando graves daños a la economía de la nación.
La creación de los sindicatos y sus convenciones colectivas de trabajo tienen pros y contras.  Como se mencionó anteriormente, la explotación de los empleados y la búsqueda del enriquecimiento únicamente del empresario, son temas que se han combatido en alguna forma desde este frente; sin embargo, muchas veces, se observa como esta lucha parece que no tuviera sentido, los dirigentes sindicales tienen muchas prebendas durante su negociación bien sea en una mesa o durante una huelga, pero muchos de ellos no tienen esa estabilidad económica y ven afectados los ingresos de sus familias.
Por otra parte, vemos cómo durante las últimas décadas, se asesinaron dirigentes sindicales, quedando los mismos en la impunidad (ENS, CINEP y Obsevatorio del Programa Presidencial de DH y DIH).  Muchos de ellos se ven amenazados y obligados a cambiar de ciudad.
En estas luchas se ven afectados sindicalistas, sindicalizados, empresarios, los ciudadanos y el país en general.
En los últimos años, se ha visto disminuido el número de trabajadores sindicalizados, y el número de sindicatos ha permanecido estable, esto se debe principalmente a la privatización, fusión de empresas, flexibilización laboral y hostigamiento (SISLAB). 
Colombia, debido a los bajos costos laborales, es uno de los países más atractivos de la región, sin embargo, para los trabajadores los costos sociales  y económicos son altos.
A mi forma de ver, los sindicatos en los últimos tiempos, han buscado el beneficio de una pequeña parte de los empleados, a pesar de tener la vocería de todos sus asociados.  Esto ha hecho que muchas veces, éstas entidades se vean debilitadas o atacadas por los medios de comunicación y la misma ciudadanía, que no encuentra sentido a un paro en un Hospital, el sector de la Justicia, los educadores, solo  por dar algunos ejemplos en donde nosotros como ciudadanos nos vemos directamente afectados.
La forma de volver a buscar beneficio para la fuerza laboral, tiene que ver con buscar el beneficio para los trabajadores, sin afectar a los empleados no sindicalizados que no tienen la misma protección o beneficios, vemos como casos de huelga como el de Acerías Paz del Río en 1992, perjudicó no solo a los empleados, sino a toda una región.
El paro a la Justicia en 2014, afectó y paralizó al país.
Empresas con beneficios que ahora vemos como irrisorios, ejemplo Bancafé, ETB, Telecom, en donde en búsqueda del beneficio de empleados y sus familias, pagaban entre otros, la universidad a toda una familia, hacen que para los trabajadores del momento sea algo positivo, pero vemos cómo dichas empresas no dejaron vacantes para quienes venían saliendo al mercado laboral en ese momento.
El sindicatos como fue concebido es positivo, pero no puede quedar estancado en el tiempo y sin evolucionar, sus directivos deben ser personas líderes, capacitadas no sólo en la búsqueda del beneficio del trabajador, sino también en sus valores, en negociación, deben ser personas que busquen armonizar las partes y no el conflicto, personas que puedan sentarse con el Gobierno, que deberá estar comprometido, a intercambiar opiniones en búsqueda del beneficio y prosperidad del trabajador, de la empresa y del país.

 Olga Lucía Ramos
 V Semestre Pscología
 Politécnico Grancolombiano - Bogotá - Colombia


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